Llegue a escuchar tanto Mama, No quiero ir al colegio que se acabo situando entre las 25 canciones más escuchadas en mi reproductor, sin embargo, siempre pensé que Klaus & Kinski era grupo de una canción, de esas que te enganchas a su single y con el tiempo te acabas olvidando de que existieron, quizás por ese nombre tan raro, o esas portadas estrafalarias. Pero es de sabio rectificar y cuando te hacen cambiar de opinión no una, dos, sino tres veces, empiezas a pensar que Klaus & Kinski llego a mi repertorio musical para quedarse. Arrasaron en criticas con su primer álbum, La hoguera esta ardiendo, callaron las bocas que decían que fue un toque de suerte con su segundo trabajo  Tierra, Trágalos, y definitivamente se han consolidado con su último disco Herreros y Fatigas. 

Siempre fieles a su ambición por mezclas varios estilos en un solo trabajo, por esa voz suave y tranquilizadora de su vocalista que a veces cuesta percibir con claridad al estar rodeada de la grandeza de la música, cierto es que este grupo que piso fuerte en el 2008 vuelve a engancharnos sobretodo por la grandeza de sus letras que van desde la muerte, a la realidad, al sexo y el amor, letras como Ojo por diente, que se convierte por ahora en nuestra favorita de este trabajo, y es que lo que más nos engancha de este grupo es el humor de canciones como esta que recuerdan a canciones como Sobria y Serena, que fue canción de la semana en ZonaVip.

Si os gusta el eclecticismo, el indiepop y sobre todos las letras llenas de acidez y originalidad, no os perdáis la nueva entrega de los murcianos Alejandro Martínez y Marina Gómez.